No pesa, permite almacenar más de mil libros, al menos en el que conozco. La lectura en él no hace daño a la vista. Eso sí, se pierde el concepto de página tradicional, por el contrario nos devuelve a la página en la que dejamos la lectura con una marca muy distinta al marcador clásico. Ya existen muchos libros que podemos adquirir tanto en papel como en formato electrónico. Los editores se van sumando a esta nueva industria del libro electrónico, también lo hacen las bibliotecas públicas, y la propia Biblioteca Nacional. No hay más que asomarse al proyecto de I+D+i entre la Federación de Gremios de Editores y la BNE: ENCLAVE
Bringing Gemini to Google Workspace for Education
Hace 37 minutos